domingo, 23 de julio de 2017

ST LIBRO 01 CAP 19

ST LIBRO 01 CAP 19: Primeros asesinatos de furia (2)

Luego de buscar un rato, Qin Yu tristemente se da por vencido. Hay un par de guantes en la Armería pero no tienen una parte separada para los dedos. A Qin Yu no le agradan este tipo de guantes pues si se los pusiese, él no podría utilizar algunas técnicas de ataque.

‘Muy bien, los fabricaré cuando obtenga buenos materiales más adelante.’ Qin Yu no tiene más opción que consolarse a sí mismo. Luego se marcha de la Armería.

******

Los cascos de los caballos corren rápidamente, como si volaran. Más de cien jinetes cabalgan a velocidad máxima por la ruta. El líder es un cruel hombre que tiene casi dos metros de alto y es extremadamente muscular. Este hombre está vestido con una túnica negra. Todo su cuerpo está cubierto por ella. Sus ojos emanan fríos rayos de luz, luciendo muy misteriosos y peligrosos.

‘¡Deténganse!’

El hombre se detiene abruptamente y señala con su mano mientras da un frío grito. Inmediatamente, la tropa de sobre cien jinetes se detiene.

‘Tercer Hermano, lidera un grupo de jinetes y toma todo el dinero y mujeres de esa villa. Te doy cinco minutos. Segundo Hermano y yo estaremos más adelante. Te esperaremos en el Monte Louting.’ El líder da sus órdenes de inmediato.

‘Es sólo una pequeña villa. ¿Cinco minutos? Eso es mucho tiempo. Hermano Mayor, ¡No te preocupes! Hermanos, vayan.’ Un delgado hombre tuerto con una larga y angosta cimitarra en su espalda, da un gran grito y lidera cincuenta hombres hacia la villa que esta cerca de allí.

Luego los demás jinetes se dirigen al Monte Louting.

Tie Shan, a pecho descubierto, está excavando el suelo al frente de la villa. Gotas de sudor aparecen en su fuerte espalda. A un lado, Pequeña Lu mira a las flores del camino. Mueve sus ojos de lado a lado y está inmersa en sus fantasías.

‘Hermano Mayor, ¿Cuándo regresará Hermano Yu?’ Pequeña Lu mira hacia el cielo. Hay una capa de oscuras nubes. El tiempo obviamente no está muy agradable.

Tie Shan dice con una sonrisa: ‘Pequeña Lu, no te preocupes. Pequeño Yu no lo olvidará.’ En este momento, Tie Shan no puede sino recordar que pidió a Qin Yu que le comprara un cuchillo de batalla. A Tie Shan le gusta practicar Artes Marciales en su tiempo libre. Lo que desea más es un afilado cuchillo de batalla.

‘Ah, caballos, Hermano Yu ha vuelto.’ Pequeña Lu se entusiasma y mira hacia la distancia.

Tie Shan siente las fuertes vibraciones en el suelo: ‘No, no es sólo una persona.’ Mira cuidadosamente y sólo ve decenas de personas acercándose a gran velocidad en la distancia. Una idea aparece en su mente. No puede sino sentirse tan asustado que se sobresalta.

‘¡Corre rápido, Pequeña Lu!’ Tie Shan agarra a Pequeña Lu en un movimiento y se apresura hacia la villa mientras voltea su cabeza para mirar. En este momento, decenas de bandidos montados se han acerdado a la villa. Cada uno de ellos tiene un cuchillo de batalla en sus manos. Tie Shan inmediatamente grita hacia la villa: ‘¡Bandidos montados! ¡Bandidos montados!’

Los bandidos montados son incluso más temibles que los bandidos ordinarios. Pues usan caballos, ellos llegan sin aviso y se van sin dejar rastros. Además, son mucho más sanguinarios. Los bandidos ordinarios economizan para evitar quedarse sin dinero, por lo que sólo roban un poco a las villas cercanas. Sin embargo, es común para los bandidos montados masacrar a una villa completa.

¡Bandidos montados están aquí!

Toda la villa se llena de pánico. Todos los adultos con fuerza se quedan en sus habitaciones con armas en sus manos, ya sean palas de hierro o hachas para cortar leña, mientras los niños, ancianos y mujeres se esconden detrás de ellos.

‘¡Hah!’ El bandido tuerto ordena acelerar a su caballo. Su ojo emana fríos rayos de luz. El caballo cabalga muy rápido y alcanzará pronto a Tie Shan. Toda la gente de la villa teme por Tie Shan y su pequeña hermana. Pero ninguno de ellos se atreve a salir adelante.

Aún hay quinientos metros de distancia entre Tie Shan y la villa pero el hombre tuerto está sólo a diez metros de él. Con un rayo de luz, una larga y delgada cimitarra aparece en la mano del hombre tuerto. Su ojo está sediento de sangre.

‘Para.’ Súbitamente un robusto hombre se lanza hacia adelante. Es el padre de Tie Shan.

Una pizca de frialdad aparece en la sonrisa del hombre tuerto. Su muñeca hace un movimiento. La cimitarra inmediatamente gira fuera de su mano y corta hacia Tie Shan como un rayo. Tie Shan está prestando atención a su espalda. Viendo lo que sucede, inmediatamente rueda al piso. Afortunadamente usualmente entrena Artes Marciales así que logra esquivar el golpe.

La cara del hombre tuerto cambia de color. ‘¡Detente!’ Seguido de un frío grito con desdén, con un empujón de sus piernas, salta alto en el aire desde el lomo del caballo. La cimitarra giratoria inesperadamente giró de vuelta hacia él y la puede tomar sin dificultad.

¡Chazz!

Una luz destella. Tie Shan apresuradamente rueda y apenas esquiva el golpe. Pero…

‘¡Ah!’ Pequeña Lu da un miserable quejido. Tie Shan agacha su cabeza para mirar y observa que el brazo derecho de Pequeña Lu ha sido cortado. El brazo derecho está tirado a un costado. Pequeña Lu está en tanto dolor que su cara se ha vuelto blanca. Justo cuando Tie Shan esquivaba la cimitarra, el brazo de Pequeña Lu se salió de su pecho y fue cortado por casualidad. Sólo en este momento el padre de Tie Shan llega. Viendo lo que acaba de ocurrir, las esquinas de sus ojos comienzan a quebrarse.

¡Pu!

La cimitarra destella a través del Padre de Tie Shan y su cabeza vuela. Ha sido asesinado en un instante. ¿Cómo podría un habitante de la villa compararse al número tres de una tropa de bandidos montados?

‘Todos escuchen. Saquen todo su dinero y mujeres jovenes y perdonaré a su villa. De otro modo… los masacraré a todos.’ dice el hombre tuerto con una fría carcajada. Su mano sujeta la cimitarra que está goteando sangre.

Los demás bandidos montados cabalgan hacia el frente y miran con desdén a los habitantes de la villa.

‘¡Muere!’

Una ráfaga de viento sopla de improviso. Una pala de hierro golpea con ferocidad la cabeza de un bandido montado, creando un gran estruendo. ‘¡Bang!’ La cabeza del bandido montado es aplastada. Su sangre se desparrama en el suelo. Con una fiera y distorcionada expresión en su cara, Tie Shan sujeta la pala de hierro en sus manos. Los músculos de sus brazos se retuercen. Mira a los bandidos montados delante de él con odio.

‘Oh, has matado a un hermano. Hermanos, masacremos a esta villa. Sólo las mujeres podrán quedar con vida.’ dice sombríamente el hombre tuerto. Ya se ha enojado.

Los otros bandidos montados también están enojados. En sus ojos, una villa normal no es más que un pedazo de carne. ¿Quíen iba a pensar que un hermano moriría aquí?

‘Padre, Pequeña Lu.’ Porque su padre ha sido asesinado y el brazo de su hermana ha sido cortado, Tie Shan no puede pensar claramente. Sólo hay ira en su mente. En este momento sólo quiere venganza. Con las esquinas de sus ojos quebrándose, mira al hombre tuerto frente a él.

Brazos cortados vuelan. Sangre chorreando.

El hombre tuerto asesina a un habitante después de otro con facilidad. Los golpes moribundos de los habitantes no poseen ninguna amenaza para él. ¿Cómo podrían las personas ordinarias compararse a un experto?

Uno tras otro, los habitantes que Tie Shan conocía muy bien, son asesinados de esta forma, su tío y la esposa de este. Los ojos de Tie Shan están muy rojos. Está mirando tan fuerte que las esquinas de sus ojos se han quebrado.

‘Vamos, ven a matarme.’ Tie Shan levanta el cuchillo de batalla en el cuerpo del bandido montado que ha matado y ataca al hombre tuerto. Pero el hombre tuerto pareciera estar jugando con Tie Shan. En vez de matarlo, utiliza un Arte de Ligereza para matar a otras personas fácilmente mientras Tie Shan lo persigue sin parar.

Viendo a las personas que conoce tan bien ser asesinadas sucesivamente, Tie Shan está en tanto dolor que quiere volverse loco.

‘¡Detente!’

Súbitamente un grito atronador resuena por la villa. Todos están pasmados y se detienen por un momento.

Sujetando un cuchillo de batalla de hierro negro en una mano y una muñeca de trapo en otra, Qin Yu aparece en la villa.

El hombre tuerto mira a Qin Yu. Entrecierra un poco su ojo y dice con una sonrisa: ‘Hola, amigo. Soy Bai San, el número tres de la tropa de bandidos montados Viento Negro. La gente me llama Cimitarra San. ¿Puedo preguntar quién eres?’ Este Bai San es un experto interno. Con una mirada puede deducir que este joven frente a él no es una persona ordinaria.

‘Pequeña Lu.’ Qin Yu mira a Pequeña Lu, con su brazo cortado. Su corazón se sobrecoge con lástima. Afortunadamente, Qin Yu sabe del Arte de la Medicina. Inmediatamente aprieta algunos Puntos Acupunturales para detener el sangrado.

Pequeña Lu lentamente abre sus ojos. Viendo a Qin Yu, una leve sonrisa aparece en su pálida cara: ‘Hermano Yu.’ Cuando Pequeña Lu ve los cuerpos de su padre y otros habitantes de la villa, lágrimas no pueden evitar salir de sus ojos.

‘¡Padre, Tío!’

Las lágrimas de Pequeña Lu siguen saliendo. Al mismo tiempo se convulsiona. El dolor de perder un brazo es mucho para una pequeña niña.

Viendo que muchos de los habitantes que lo saludaron cálidamente hace medio día han muerto, la sanguinaria determinación contenida en la sangre del Clan Qin comienza a hervir en las venas de Qin Yu. Sus ojos comienzan a arder de ira.

Qin Yu cuidadosamente pone la muñeca de trapo a un lado de Pequeña Lu y luego lanza el cuchillo de batalla de hierro negro hacia las manos de Tie Shan: ‘Tie Shan, toma el cuchillo.’ Tie Shan inmediatamente recibe el cuchillo. Como una pelea está ocurriendo, un cuchillo de batalla será muy útil.

Qin Yu ve un pequeño brazo a un costado. Sabe que es el brazo de Pequeña Lu. Desde ahora, Pequeña Lu será una persona discapacitada para siempre.

El hombre tuerto Bai San dice rápidamente riéndo: ‘Amigo, eres un experto. ¿Por qué molestarte peleando con nosotros la tropa Viento Negro por un montón de personas ordinarias? En vez de eso, puedes elegir a quien quieras de estas mujeres. ¿Qué piensas?’

Bai San puede ver que Qin Yu es un experto. Expertos generalmente tienen sus Maestros o Escuelas tras ellos, así que Bai San no quiere casualmente ofender a otros. Además, en su ojo, puede ver que el joven frente a él no es una persona fácil de manejar. Si quiera matar a este joven, no sabe cuantos bandidos montados morirán en el proceso.

‘Todos…’ Qin Yu fríamente mira a los bandidos montados frente a él, ‘¡Morirán!’ Qin Yu empuja con fuerza esas palabras de su boca.

Súbitamente.

Qin Yu aparece detrás de un bandido montado. Su mano cambia a una garra y toma la garganta del bandido en un movimiento. Qin Yu mira fríamente al bandido montado, cuyos ojos están llenos de terror y asombro. Ejerce fuerza en su mano y el bandido inmediatamente muere con un crujido.

Al mismo tiempo, Qin Yu se dirige hacia otro bandido montado como un rayo. Sus piernas se mueven como el trueno. Ejecuta una gran patada a través del cielo. Sus piernas perforan el aire y caen fuertemente sobre la cabeza de un bandido. Con una explosión, la cabeza es aplastada. Un bandido más ha muerto.

‘Hermanos, no vacilen. ¡Maten!’ Bai San se ha enojado. Todos los bandidos montados atacan a Qin Yu.

Qin Yu es muy rápido. Se libera con sólo un movimiento de su cuerpo.

‘¡Bang!’ Qin Yu envía a un hombre volando con una gran patada. Luego quiebra la cabeza de su oponente con una patada desde lo alto.

‘¡Clack!’ Qin Yu levanta la punta de sus pies y patea a un bandido directamente en la garganta. El bandido muere de una patada.

‘¡Hah!’ Qin Yu grita fuertemente. Su ataque de mano como lanza, el cual tiene el más alto poder de penetración, golpea a un oponente en el estómago. Sus órganos internos son inmediatamente rotos. El bandido montado mira fijamente hasta que sus ojos se vuelven redondos como una pelota. Ya está muerto.

‘¡Bang!’ Qin Yu da una vuelta y lanza una patada. La punta de sus pies golpea un punto vital de la columna de un bandido. El bandido queda paralizado en el suelo.

…..

Con su profunda Habilidad de Movimiento, Qin Yu se mueve como el viento y ataca a gran velocidad usando sus piernas y puños. Ningún bandido montado es capaz de aguantar su ataque. En general, él mata a un oponente con un movimiento. Y le toma a lo más dos movimientos el matar a un oponente.

Porque sus golpes atacan los puntos vitales, son extremadamente devastadores.

Qin Yu ha planeado todo perfectamente desde el principio de su entrenamiento. Hoy puede levantar sobre cien jin de peso y sujetarlo en el aire con sólo un brazo. Normalmente puede moverse libremente con doscientos jin de pesas en su cuerpo. La fuerza ofensiva de sus puños y piernas se ha vuelto extremadamente formidable. Absolutamente pueden matar a una persona con facilidad.

Además, gracias a la Habilidad de Movimiento de Qin Yu, el viento ya no es un obstáculo para él. Porque ha fusionado el arte de Qi Men Dun Jia con él, añadido a la agilidad y explosividad de su cuerpo, la Habilidad de Movimiento se ha vuelto algo que estos hombres no tienen ninguna esperanza de poder seguir.

‘¿Cómo es posible? ¿Cómo puede ser esto posible?’

Sujetando la cimitarra, el hombre tuerto mira estupefacto la escena frente a él.

Una silueta se mueve a una aterradora velocidad.

¡Sus puños son rápidos como el rayo! ¡Sus piernas son estables como una montaña!

Cuando un puño es lanzado, alguien cae. Cuando una patada es lanzada, alguien es mandado a volar.

Cada bandido montado muere en un instante. Luego de un pequeño periodo de medio minuto, casi la mitad de los cincuenta bandidos montados ha muerto.

‘Detente. ¡Pelea conmigo!’ El hombre tuerto rápidamente utiliza su Arte de Ligereza para perseguir a Qin Yu.

Pero la Habilidad de Movimiento de Qin Yu es demasiado profunda para él. Con un balanceo, que es muy extraño pero al mismo tiempo contiene profundos principios, se distancia varios metros. El hombre tuerto simplemente no puede seguirlo. Bai San levanta su cimitarra y persigue como loco. Pero falla en incluso tocar las ropas de Qin Yu.

Mientras sigue persiguiendo ve morir a un bandido montado tras otro mientras su ojo se abre cada vez más.

‘Pelea conmigo. No huyas si tienes habilidad. ¡¡No huyas!!’ grita con locura Bai San. Pero incluso si gritara más no resultaría en nada. Los bandidos montados mueren sucesivamente. Incluso cuando algunos bandidos montados tratan de huir en sus caballos, sus intentos son inútiles.

Porque… Qin Yu es mucho más rápido que los caballos.

Qin Yu salta al aire y usa una patada de tornado que despiadadamente golpea a un bandido montado a un costado de la cabeza, exactamente en la sien. La cabeza del bandido montado se quiebra. Cae al suelo y muere. Qin Yu aterriza como si flotara y fríamente mira al último bandido montado, Bai San.

En un minuto, todos los cincuenta bandidos montados están muertos, con la excepción de uno, Bai San. El número tres de la tropa de bandidos montados Viento Negro.

Bai San sujeta su cimitarra. Su único ojo destella sin parar mientras su garganta emana leve aullidos. En un minuto, todos sus hombres están muertos. La tropa de bandidos montados Viento Negro ha perdido un tercio de su poder, ¿Cómo no podría estar aterrado?

‘¡Muere!’ Usando su Arte de Ligereza, Bai San se lanza sobre Qin Yu a máxima velocidad. La cimitarra en su mano irradia fríos rayos de luz.

Qin Yu está parado como una roca y mira a Bai San mientras carga hacia él. Los ojos de Bai San se han enrojecido. La totalidad de la Energía Interna de su cuerpo estalla y la cimitarra en su mano irradia rayos de luz. Su cuerpo ha alcanzado la máxima velocidad. Llega en sólo un momento a la cara de Qin Yu. Viendo que Qin Yu aún no se mueve, todos los sobrevivientes de la villa se preocupan. Pero en este momento.

Con sólo un movimiento de su cuerpo, Qin Yu inesperadamente aparece a un costado de Bai San. Desde allí patea directamente la rodilla de Bai San.

‘!Clack!’ Los lados de la rodilla tienen la menor resistencia y asi la rodilla es aplastada en un instante. ‘¡Ah!’ Bai San inmediatamente lanza un miserable gemido. Su cuerpo convulsiona. Al mismo tiempo la mano derecha de Qin Yu forma una garra y atrapa la muñeca de Bai San. La poderosa fuerza de sus dedos surge.

Al mismo tiempo que se escucha el sonido de los huesos quebrándose, la muñeca derecha de Bai San es completamente destruída.

‘¡Bang!’

Usando su mano como lanza, Qin Yu golpea directamente un punto vital en la garganta de Bai San. Concentra todo su poder en la punta de su mano y con una explosión envía toda su fuerza. Luego de que un claro sonido es escuchado, Bai San, con sus ojos sobresaltados, cae al suelo. Nunca más se levantará.

¡En un poco más de un minuto, cincuenta hombres de la tropa de bandidos montados Viento Negro han sido exterminados!

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