viernes, 3 de febrero de 2017

MGA CAP 0134

Capítulo 134: Lobo hambriento Salta al Conejo Blanco

Los ojos de Chu Feng que fueron consumidos por el deseo miraron como un tigre el cuerpo de Su Rou. Era como un lobo hambriento con un estomago retumbante y babeando mirando a un pequeño conejo blanco.

Dos cumbres aparecieron en los ojos de Chu Feng. Tal vez a causa de la feroz acción de antes. La toalla de Su Rou fue tirada un poco y al instante apareció un pedazo blanco como la nieve. Cuando miró, Chu Feng tragó algo de saliva.

Mirando hacia arriba, era el blanco y tierno cuello y su rostro delicado, perfecta. Los ojos atractivos de Su Rou lo miraban sin vida. Sus ojos estaban un poco húmedos y se veía bastante lamentable. Sus largas cejas temblaban débilmente y el miedo era evidente.

Su rostro era rojo escarlata como un aditivo a que Chu Feng perdiera toda la razón. Los cerrados labios suaves y rojos de Su Rou emitieron un atractivo interminable.

“¿Chu Feng, te has vuelto loco? ¡Déjame ir… mm!”

De repente, Chu Feng abrió su boca y mordió ferozmente hacia abajo. Su Rou estaba hablando a Chu Feng y fue atrapada con la guardia baja, sintió que sus labios rojos fueron sellados.

“Mm~~~”

Era la primera vez en su vida que Su Rou experimentaba esto. Nunca sintió esto antes, pero tenía una sensación única. El cuerpo de Su Rou al instante se volvió blando y perdió toda su capacidad para resistir. Estaba impotente en el suelo.

Al mismo tiempo que Chu Feng besaba a Su Rou, sus manos diabólicamente volaron por todas partes y rasgaron la toalla en el cuerpo de Su Rou en pedazos. Su cuerpo perfecto fue mostrado delante de él estando semicubierto.

En ese instante, no era que Su Rou dejara de resistir, es solo que no tenía fuerza. Sólo podía dejar a Chu Feng hacer lo que deseara con su cuerpo y dejarle tomar como un loco todo.

“¡Joder! ¡Quién hizo esto a nosotros!”

Su Rou ya tenía una ligera idea y sabía que el actual Chu Feng perdió toda la razón. Claramente estaba siendo influenciado por drogas y su cultivo fue restringido también. Alguien debería haber hecho algo sin que nadie supiera. Sin embargo, las personas comunes dentro de su Ciudad Ave Bermellón no podrían hacer eso.

“¿Este olor?” En ese momento, Su Rou notó que había una extraña fragancia en el cuarto de baño. Ese olor era bastante familiar, y por eso, lo entendió. Sin embargo, sintió que era difícil de creer.

Era un tipo especial de droga que podría restringir el cultivo de alguien. Era una cosa muy preciosa, y era un tesoro que su padre, Su Hen, recogió.

“¿Su padre? ¿Por qué lo hizo?” En ese instante, Su Rou estaba totalmente perpleja. No podía pensar la razón por la que su padre la perjudicaría, pero aquello realmente le pertenecía a él. Además de su padre, no había nadie más que lo tuviera dentro de la familia Su. También, además de su padre, no había nadie más que pudiera poner este tipo especial de droga en su cuarto de baño.

“Ahh~~~~~~”

Sin embargo, en ese momento, la cara de Su Rou cambió enormemente. Dolorosamente chilló porque sintió que un objeto extraño se metía en su cuerpo y rasgaba su cosa más preciosa. Las gotas de sangre salieron lentamente.

“¡Chu Feng tu bastardo! ¡Limpia tu cabeza!”

Su Rou locamente luchó y quiso alejar a Chu Feng. Pero, Chu Feng quien estaba en su cuerpo era como una montaña y no le podía mover de ningún modo. Sólo podía dejar que Chu Feng que tenía los ojos inyectados en sangre y jadeaba presionarla a ella. Estaba completamente indefensa.

**********

“Mm-“

Chu Feng masajeó su cerebro adolorido y poco a poco abrió los ojos. Mientras estaba mareado, había una sonrisa en la comisura de su boca, porque recordó que tuvo un muy bonito sueño. Tan hermoso que no estaba incluso dispuesto a despertar. Dentro del sueño, hizo una cosa muy cómoda. A pesar de que se olvidó de los detalles y la gente, era muy bonito y difícil de olvidar.

“¡Su Rou!” Pero cuando Chu Feng vio a Su Rou que estaba completamente desnuda junto a él y la mancha de sangre en el suelo, estaba instantáneamente desordenado.

Asociándose de nuevo a los fragmentos de su memoria, Chu Feng pensó en una cosa inconcebible. Fue que el obligó a la hermana mayor de Su Mei, la segunda dama de la familia de Su, Su Rou, abajo.

“Mis dioses, ¿Por qué hice tal cosa?” Chu Feng estaba completamente sin habla y él no sabía qué hacer.

“No hay necesidad de culpar a sí mismo. Esto no fue tu culpa.” Su Rou tenia una expresión muy fría y su voz era muy tranquila. Parecía que despertó hace mucho tiempo y organizó sus propias emociones. Su Rou se puso de pie, y su cuerpo perfecto, color blanco puro apareció delante de los ojos de Chu Feng de nuevo.

“Esto …” Al ver eso, Chu Feng inconscientemente volvió la cabeza y no se atrevía a mirar.

“No hay necesidad de actuar. Ya viste lo suficiente anoche.”

Su Rou molió sus dientes y se mordió el labio inferior. Ella estaba realmente furiosa porque no sólo Chu Feng miro por todo su cuerpo la noche anterior, incluso se llevó su más preciada castidad.

A pesar de que sabía que de las acciones de Chu Feng ayer no fueron hechas voluntariamente, cuando vio a Chu Feng actualmente teniendo este tipo de comportamiento digno y tenía una expresión de vergüenza, Su Rou todavía estaba muy enojada.

De las palabras de Su Rou, Chu Feng pensaba sobre ello, y él estuvo de acuerdo. Como hombre, uno debe ser capaz de atreverse a actuar con coraje y se atreverse a asumir la responsabilidad. Puesto que ya ha pasado, ¿Cómo podía escapar de su responsabilidad? Así, volvió su cabeza ya volteada y miró a la llamada del cuerpo perfecto de Su Rou.

A pesar de que esa mirada parecía insignificante, Chu Feng reaccionó al instante. No era que Chu Feng tenía una lujuria incontrolable, estaba justo en frente de una mujer tan hermosa, aquellos que eran hombres tendrían alguna reacción. Sin mencionar que Chu Feng monopolizo la vista delante de él.

Su Rou no prestó atención a Chu Feng tampoco. Llevaba su dudou rosada delante de él y también su cheongsam blanco como la nieve. Sin embargo, cuando ella volvió la cabeza y vio un objeto en posición vertical, su expresión no pudo evitar cambiar mientras ella fríamente reprendió,

“Mi cultivación ya ha regresado. Si te atreves a tener malos pensamientos sobre mí, te voy a romper.”

“Voy a asumir la responsabilidad.” Chu Feng no tenía miedo y en su lugar, se comprometió solemnemente.

“No necesito que asumas la responsabilidad, y espero que no disperses esto. Además… no le des la espalda a pequeña Mei.” Su Rou rechino los dientes y dijo las últimas palabras.

“No se preocupe. No traicionaré a pequeña Mei, pero no te traicionaré tampoco. Me casaré con ustedes dos hermanas. “ Dijo Chu Feng muy en serio.

“Tu…” Después de escuchar las palabras de Chu Feng, la carita de Su Rou palideció de ira y después de eso, ella ferozmente le disparó a Chu Feng una mirada y dijo: “De verdad eres demasiado codicioso.”

Después de decir esas palabras, Su Rou salió rápidamente del baño. Sin embargo, después de girar la esquina, se detuvo y se apoyó contra la pared. Murmuró para sí misma, “Extraño. ¿Por qué estoy tan enojada? ¿Qué es esta sensación amarga en mi corazón?”[1]

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