Capítulo 1: Los dos Aventureros
Parte 1
La ciudad del Reino, E-Rantel, estaba situada en el borde entre el Imperio Baharuth y la Teocracia Slane.
Ya que estaba protegida por 3 capas de paredes, era conocida como la Ciudad Fortaleza.
Las zonas entre cada capa tenían sus características únicas. Las paredes más externas era usadas por las milicias del Reino y tenían todos los armamentos militares necesarios.
La pared interior alojaba la zona administrativa. Esta zona tenía sus propias bodegas de comida, y estaba fuertemente protegida por soldados.
La zona al medio de estas dos áreas era el área residencial para civiles. Cuando oías la palabra ciudad, ésta era la zona a la que se hacía referencia.
De las diferentes plazas dentro de esta zona, la más grande era llamada la plaza central. Muchas personas tenían tiendas en este lugar, mostrando todo tipo de vegetales, especias y otros tipos de mercadería.
Entre la animada multitud, el dueño de una tienda gritaba fuertemente en un intento de atraer a
clientes, Las amas de casa y los mercaderes regateaban sobre el precio de ingredientes frescos y los niños eran tentados por la fragancia de las jugosas carnes de kebabs asados.
La plaza estaba increíblemente animada en el día y la ruidosa y atestada atmósfera seguiría así hasta el atardecer. Pero dos figuras saliendo de un edificio de cinco pisos pusieron fin a eso.
Todos los ojos en la plaza fueron atraídos hacia aquel dúo que permanecía de pié sin moverse.
Uno de ellos era una mujer de entre quince y veinte años de edad. Tenía los ojos rasgados y estos brillaban como obsidiana. Su grueso y brillante cabello negro estaba atado en una cola de caballo y su piel blanca como la nieve brillaba bajo la luz del sol.
Su mayor atractivo eran su aire elegante y su belleza exótica que hacían que todos miraran dos veces. El manto marrón que llevaba era de aspecto sencillo, pero en ella se veía como si fuese un lujoso vestido.
Su compañero era de género indeterminado, ya que simplemente no había signos visibles para determinarlo.
Algunas personas en la plaza murmuraron "Guerrero Negro."
Era correcto, esa persona llevaba una elegante armadura de cuerpo completo con decoraciones purpuras y marcas doradas. No se le podía ver el rostro a través de la delgada abertura del casco. Bajo la capa roja en su espalda se podían ver dos espadas, complementando su estilo de vestimenta.
Las dos figuras miraron a su alrededor y el que llevaba armadura dio los primeros pasos.
La gente comenzó a murmurar mientras miraban las espaldas de aquellas dos figuras perderse en la distancia. Estaban sorprendidos por lo que acababan de ver pero no sentían temor ni desconfianza hacia el dúo armado.
La razón de eso era porque habían visto que el dúo salía del edificio conocido como el "Gremio de Aventureros", una asociación de expertos que cazaban monstruos. Otras personas armadas también podían ser vistas saliendo del edificio luego de que los dos se fueran. Los buenos observadores también se habían dado cuenta de las pequeñas medallas de cobre que aquellos dos llevaban colgando en sus cuellos.
El dúo solo atraía la atención por la belleza de la dama y la sorprendentemente genial armadura. Caminaban silenciosos en al angosto camino.
El agua acumulada en las pistas que habían dejado los carruajes reflejaba el sol. El camino en si mismo estaba hecho de arena y barro, lo que significaba que no era tan bueno como un camino pavimentado con piedra y hacia difícil el caminar sobre él. Era fácil resbalarse y caer, pero el balance de este par de personas era excelente y su velocidad al caminar era casi la misma a como si estuvieran caminando sobre un camino empedrado.
La veloz dama confirmó que nadie estaba cerca a ellos y dijo a la persona en la armadura completa a su lado:
"Ainz-sa---"
"---No, mi nombre es Momon. Y tú no eres la sirvienta de combate Narberal de la Gran Tumba de Nazarick, sino la compañera aventurera de Momon, Nabel."
La persona en armadura --Ainz--interrumpió a la muchacha llamada Narberal y ella respondió" "Ah! Mis más humildes disculpas, Momon-sama."
"No me llames -sama. Somos aventureros normales y además compañeros. Se vería extraño que añadas -sama."
"P-pero! Como podría ser tan insolente hacia usted, el gobernante supremo?"
Ainz hizo que la agitada Narberal se detuviera con un gesto de la mano, indicándole que bajara la voz. Luego respondió con una pizca de resignación e impotencia:
"He repetido esto tantas veces ya: Aquí, yo soy el Guerrero Oscuro Momon... No. Solo soy tu compañero Momon, así que no me llames -sama. Eso es una orden."
Luego de un momento de silencio, Narberal respondió de mala gana: "Entendido Momon-sa---san."
"No importa, eso servirá, sin embargo no hay necesidad de añadir honoríficos. Si añades honoríficos cuando te diriges a tus camaradas...como podría decirlo...otros pensarían que no somos cercanos.
"Pero...eso sería demasiado irrespetuoso..." Ainz se encogió de hombros ante Narberal:
"No podemos revelar nuestras verdaderas identidades. Entiendes esa parte, correcto?" "Está absolutamente en lo correcto."
"...Tu tono...bueno, no importa. De todas formas...lo que quería decir es que debes ser cuidadosa en todo lo que digas o hagas."
"...Entendido, Momon-sa---san. Pero esta realmente bien que sea yo quien lo acompañe? No sería alguien tan bella y gentil como Albedo-sama una persona más idónea para eso?"
"Albedo, eh..."
Las siguientes palabras de Ainz estaban llenas de complicados sentimientos.
"Ella tiene que manejar Nazarick mientras yo no estoy."
"Disculpe mi impertinencia, pero podría dejar el manejo de Nazarick a Cocytus-sama. Todos los guardianes sienten lo mismo...considerando su seguridad, no sería la mejor Guardian, Albedo- sama, la mejor elección?"
Ainz sonreía embarazosamente ante la pregunta de Narberal.
Cuando había expresado su deseo de ir a E-Rantel, Albedo era la que había objetado más. Después de todo, ella sabía que no podría acompañarlo.
Luego de poco tiempo de ser transportado a este mundo, Ainz salió al exterior dejando a sus guardias atrás y Albedo se había culpado a si misma por ser incompetente. Por tanto, Ainz no podía oponerse completamente a su opinión. Pero esta vez era diferente ya que lo había planeado cuidadosamente, así que no se había rendido.
Su oposición consistía en guardianes que obedientemente escucharían sus "ordenes", incluso si fueran contra sus propios deseos. Pero Ainz no pensaba que eso era algo bueno. Se sentía culpable por forzar su voluntad a los guardianes creados por sus compañeros de gremio.
Ainz intentaba convencerlos y Albedo que se oponía rotundamente. No podían ponerse de acuerdo y estaban destinados a nunca llegar a un consenso. Pero Demiurge le susurró algo al oído a Albedo, y ella de pronto dejó de oponerse. Incluso le deseó un buen viaje a Ainz con una sonrisa de aprobación.
Ainz todavía no sabía qué era lo que Demiurge le había dicho y se sentía inquieto debido al cambio de actitud tan repentino de Albedo.
"...No traje a Albedo porque no hay nadie en quien confíe más que en ella. Puedo dejar Nazarick sin preocupaciones porque ella está ahí."
"Justo como pensaba! Esto significa que Albedo-sama es la más cercana a Momon-sa---san correcto?"
Aunque no quería reconocerlo verbalmente, Ainz asintió como respuesta a la pregunta de Narberal.
"Estoy al tanto del peligro."
Ainz levanto su guantelete derecho e indicó con su dedo anular:
"Pero necesito hacer esto personalmente. Dar solo ordenes desde el interior de Nazarick provocaría que cometa equivocaciones en este mundo desconocido. Hay necesidad de que vaya al exterior y experimente este mundo por mi mismo...tal vez hayan mejores métodos para lograr esto, pero me siento intranquilo con tantas incógnitas."
Respondió solemnemente a través de la abertura en su casco. Mientras Narberal respondía "Ahora lo entiendo." y mostraba una expresión de entendimiento, Ainz le preguntó un poco preocupado:
"Tengo una pregunta para ti... Crees que los humanos son criaturas inferiores?"
"Eso es correcto, los humanos son basura sin valor.", Narberal respondió desde el fondo de su corazón sin la más mínima duda. Ainz murmuró suavemente "Ah, así que sientes lo mismo.", pero como su tono de voz era demasiado bajo Narberal no lo oyó. Ainz continuó su queja: "Esa es su personalidad, es por eso que no quería entrar a una ciudad humana. Debería entender el carácter de mis subordinados en primer lugar."
Esa era una de las razones por las que no trajo a Albedo consigo. Ella estaba absolutamente convencida de que los humanos eran criaturas inferiores. Si Ainz trajera a alguien así a una ciudad llena de personas, las cosas podrían terminar en un baño de sangre si cometiera algún error, no era nada con lo que bromear. Otra razón era porque Albedo no podía disfrazarse, no podía esconder sus cuernos y alas.
Y también estaba la razón principal, que no podía decir en voz alta.
Un simple trabajador de oficina como Ainz no tenía la confianza de operar una organización solo leyendo los reportes de otros. Era por eso que le había dejado la pesada responsabilidad de manejar Nazarick a la talentosa Albedo. Si un subordinado era excelente, darle rienda suelta a ese subordinado sería la mejor decisión. Los supervisores ineptos que se metían en todo sin necesidad solo causarían una tragedia.
Y Albedo estaba sometida a los candados dobles de la "lealtad" y del "amor". Era esa la razón por la que Ainz dejaba la Gran Tumba de Nazarick en sus manos.
Amor, eh...
Cada vez que Ainz veía o escuchaba que Albedo le expresaba su amor, Ainz se acordaba de cómo había cambiado los ajustes de Albedo tan a la ligera. Cuando el servidor iba a ser apagado, Ainz había modificado los ajustes de personaje de Albedo para que estuviera profundamente enamorada de Momonga--que era Ainz. Entonces él no sabía que sería transportado a este mundo desconocido, solo quería hacer una pequeña broma al mismísimo final.
Una persona como él.
Pensando más seriamente sobre ello---incluso si a Albedo no le importara---que pensaría su amigo Tabula Smaragdina si se enterara de lo que Ainz había hecho?
Y como se sentiría él mismo sobre esto? que alguno de los NPCs que había creado fueran cambiados por un amigo...
Se estaba aprovechando de eso, usando el hecho de que Albedo no lo traicionaría. Se odiaba por
esto.
Ainz sacudió la cabeza para librarse de sus pensamientos negativos. Todas sus emociones fuertes eran suprimidas luego de que se convirtiera en no-muerto, pero podía sentir emociones de este nivel como si todavía siguiera siendo humano. Si su mente realmente se convirtiera en la de un no-muerto, él no tendría que sentir un sentimiento de culpa así nunca más.
Distraído por esos pensamientos, Ainz se volteó hacia Narberal:
"...Nabel, no te pediré que dejes de pensar de ese modo, pero tienes que suprimirlo. Esta es una ciudad humana y no tenemos idea de qué tipo de personas poderosas conoceremos, así que no atraigas la atención del enemigo innecesariamente con ese tipo de pensamientos."
Narberal hizo una profunda reverencia para expresar su lealtad hacia Ainz, pero él se acercó a ella, le levantó la cabeza y le advirtió"
"Una cosa más, no estoy seguro si los humanos se sentirán amenazados....por nuestro intención de matar cuando queremos pelear o estamos en medio de una batalla. Pero parece que emitimos ese tipo de aura. Así que no actúes imprudentemente sin mi permiso, entiendes?
"Entendido Momon-sa---san."
"Muy bien...la taberna que escogimos con antelación debería estar cerca." Ainz miró alrededor suyo.
Habían muchas tiendas abiertas, con un puñado de clientes. A un lado se veían trabajadores vestidos con delantales de trabajo transportando mercancías.
Buscaron la taberna en aquella zona llena de tiendas comparando el patrón del dibujo en la mano de Ainz con el patrón en los carteles de las tiendas. Tenían que recurrir a esto porque no podían leer el lenguaje de ese país.
Poco tiempo después, encontraron su objetivo. Ainz aceleró el paso inconscientemente y Narberal lo siguió.
Limpiando el polvo de sus botas de armadura, Ainz dio dos pasos al frente, abrió las puertas dobles con ambas manos y entró.
Casi todas las ventanas estaban cerradas, haciendo que haya muy poca luz al interior. Aquellos que estaban acostumbrados a la luz brillante del exterior no podrían ajustar la visión inmediatamente. Pero para Ainz, que poseía visión nocturna, esta cantidad de luz era más que suficiente.
El interior era espacioso. El primer piso era el área del comedor e incluía un mostrador. Habían dos gabinetes colocados detrás del mostrador, con unas cuantas docenas de botellas de vino en
él. La puerta al lado del mostrador probablemente conducía a la cocina.
En una esquina del área del comedor había una escalera que doblaba a la derecha y llevaba al 2do piso. De acuerdo a la recepcionista del gremio, el 2do y 3er piso eran cuartos para huéspedes. Un puñado de clientes estaban esparcidos en algunas de las mesas redondas del comedor. La mayoría eran hombres y se podía sentir una atmósfera hostil.
Todos miraban a Ainz y parecían estar midiéndolo. La única persona que ignoraba a Ainz era una mujer sentada en una esquina que estaba mirando una botella en su propia mesa.
Esta escena en la taberna hizo que Ainz levantara sus cejas inexistentes dentro de su casco. Se había preparado mentalmente para esto, pero era incluso más sucio de lo que había imaginado.
En Yggdrasil, también habían muchos lugares sucios y desagradables e incluso la Gran Tumba de Nazarick tenía algunos lugares así. Por ejemplo la cámara del Señor del Terror, Kyouhukou, o la caverna gigante de gusanos venenosos. Pero este tipo de suciedad era diferente.
Habían trozos de comida desparramados por todo el suelo y también líquidos desconocidos, manchas raras en las paredes y un misterioso objeto con forma de cubo que se llenaba de moho en una esquina... Ainz suspiró mentalmente y miró la taberna alrededor suyo.
Había un hombre con una sucia bufanda alrededor del cuello, con las mangas remangadas mostrando sus musculosos brazos. Tenía varias cicatrices que podían ser producto de las garras de una bestia o por el filo de una espada. Se veía como algo entre un bruto y una bestia, con cicatrices en la cara y con la cabeza afeitada.
Sosteniendo un trapo mientras observaba a Ainz, parecía más el encargado de la seguridad del establecimiento que su dueño.
"Buscando un cuarto? Cuantas noches?", preguntó desde el fondo del cuarto con una voz que sonaba como una campana descompuesta.
"Queremos quedarnos por una noche." El dueño respondió con rudeza:
"...Medallas de Cobre. El cuarto comunal les costará 5 monedas de cobre por noche. Una comida de Avena cocida con vegetales está incluida, una moneda de cobre más si quieren carne. La avena pueden reemplazarla con pan de varios días."
"Si es posible, quisiera un cuarto doble." El dueño resopló:
"...Hay 3 tabernas usadas exclusivamente por aventureros y la mía es la peor de todas...Saben por qué la gente en el Gremio los envió acá?"
"No lo sé, por favor hágamelo saber."
En respuesta al pedido de Ainz, el dueño levantó una ceja y mostró su lado intimidante: "Usa el cerebro! O es que tienes ese lujoso casco vació?"
Incluso luego de oír las palabras impacientes y el elevado tono de voz del dueño, Ainz se mantenía impasible. Tranquilamente lo ignoró como si tratara del berrinche de un niño. Esto debido a la batalla que había tenido hace unos días atrás.
Luego de la batalla y por la información que había obtenido de los prisioneros, Ainz entendía que tan poderoso era. Fue por eso que no se agitó frente a los gritos del dueño el cual se encontraba un poco sorprendido por la reacción de Ainz:
"...Tienes agallas...La mayoría de los aventureros hospedados aquí tienen medallas de cobre o hierro. Incluso si se conocen por primera vez, podrían formar un grupo si sus habilidades están alrededor del mismo nivel. Es por eso que mi local es el más indicado para que encuentren compañeros que estén a la altura de sus habilidades actuales..."
Los ojos del dueño brillaron por un momento:
"Puedes dormir en el cuarto que quieras, pero no conseguirás compañeros para formar un grupo si no usas el cuarto común. Si no formas un equipo balanceado, morirás si te enfrentas con monstruos. Los novatos sin compañeros se anuncian en lugares concurridos como este. Te lo preguntaré una última vez, quieres el cuarto común o un cuarto doble?"
"El cuarto doble. Y también paso de la comida."
"Tch, así que ignoras mis concejos...O crees que eres especial y esa armadura tan ostentosa no es solo para alardear? ...No importa, una noche serán 7 monedas de cobre. El pago es por adelantado, por supuesto."
El dueño rápidamente extendió la mano.
Bajo la crítica mirada de todos, Ainz comenzó a caminar hacia el mostrador con Narberal siguiéndolo por detrás --Cuando de pronto un píe se interpuso en su camino.
Ainz se detuvo, y simplemente movió su mirada hacia el hombre que había estirado la pierna.
El hombre mostraba una molesta sonrisa. Los otros hombres en la mesa hacían lo mismo, mirando a Ainz o a Narberal.
El dueño y los demás clientes se mantuvieron en silencio y no intervinieron.
Todos parecían indiferentes, pero en realidad esperaban ver un buen espectáculo, con algunos de ellos viendo la situación de bastante cerca.
Bueno, bueno...
Ainz suspiró suavemente con molestia y gentilmente apartó el pié a un lado.
El hombre que parecía haber estado esperando por una reacción así se puso de pie. Ya que no llevaba armadura sus abultados músculos debajo de la camisa eran fácilmente visibles. Una medalla colgaba de su cuello, balanceándose con cada movimiento. Era similar a la que Ainz llevaba, pero ésta estaba hecho de hierro en lugar de cobre...
"Oye, oye, eso dolió"
El hombre amenazó a Ainz con una voz afilada y se acercó a él lentamente. Llevaba puestos sus guanteletes cuando se puso de pié y las partes de metal hicieron ruido cuando apretó el puño.
El hombre era tan alto como Ainz y se mantuvieron en pié un poco demasiado cerca el uno al otro como para irse a los golpes mientras se miraban fijamente.
Ainz respondió deliberadamente:
"Ya veo. Mi campo de visión es en realidad malo debido a mi casco, así que no pude ver tu pierna frente a mí. O tal vez fue debido a que era muy corta...Esa es mi razón, me disculparías?" "...Bastardo."
La burla de Ainz hizo que el hombre lo mirara peligrosamente, pero cuando desvió su vista hacia Narberal, que estaba parada detrás de Ainz, su voz se dirigió a ella:
"Eres un tipo molesto...pero soy un hombre generoso. Te perdonare si me prestas a esa mujer por una noche."
"Ke, kekeke."
Ainz se rió fríamente, mientras alejaba a Narberal que quería enfrentar al hombre.
"...De qué te estás riendo?"
"No es nada, es que lo que dijiste es exactamente lo que diría un villano mafioso, eso fue lo que me hizo reír, no te preocupes por ello."
"Huh?"
La cara del hombre se tornó roja de la ira.
"Oh, antes de comenzar, quiero preguntarte algo: Eres más fuerte que Gazef Stronoff?" "Huh? De qué estás hablando?"
"Ya veo, puedo adivinar la respuesta por tu reacción. No necesito siquiera esforzarme para jugar contigo ---Vuela."
Ainz tomó al hombre del pecho y lo levantó en un instante.
El hombre no pudo esquivarlo o resistirse, gritando "Whoa!" por la sorpresa. Los hombres viendo la escena se agitaron. Simplemente que tan poderosa era la fuerza de su brazo si podía levantar fácilmente a un hombre adulto? Todos los presentes podían imaginar que tan poderoso debía ser para poder hacer aquello.
Las piernas del hombre patearon en vano mientras olas de gritos y jadeos venían de la multitud.
Ainz gentilmente lo tiró lejos de sí.
Pero "gentilmente" era algo relativo cuando se trataba de Ainz.
El hombre casi golpeó el techo mientras volaba en un arco hasta golpear fuertemente el piso.
El sonido de cuerpos chocando, algo que se rompía sobre la mesa, la madera partiéndose y el doloroso grito del hombre resonaron dentro del salón. La taberna estaba en silencio como si todos estuvieran conmocionados. Pero--
"Hya-------!"
--La mujer sentada en la mesa gritó habiendo demorado un poco en reaccionar. Era un grito como si una catástrofe hubiera caído del cielo.
No, era normal gritar de ese modo si un hombre de pronto caía del cielo, pero algo además de la sorpresa se encontraba mezclado en ese grito.
"...Así que, que quieren hacer chicos? Podrían venir todos al mismo tiempo para ahorrarme la molestia? Perder el tiempo en esto es estúpido."
Ainz se burló de los hombres que compartían la mesa con el buscapleitos, y sus compañeros entendieron el significado detrás de estas palabras y agacharon las miradas.
"Ah? Ehh? Nuestro amigo lo ofendió?! Realmente estamos muy apenados!"
"...Está bien, los disculparé. No me molestó demasiado, pero asegúrense de compensar al dueño por la mesa."
"Definitivamente. Le compensaremos la suma completa."
Cuando Ainz sentía que este asunto estaba terminado y cuando planeaba irse, alguien lo detuvo. "Hey, hey, hey!"
Se dio la vuelta y vio a la mujer que había gritado miserablemente aproximarse a él abruptamente.
Tendría alrededor de 20 años más o menos, llevaba corto el enmarañado cabello para facilitar sus movimientos y no había otra forma de describirlo, ese cabello estaba bastante desordenado.
Hablando con franqueza, parecía un nido de pájaros.
Sus facciones no eran malas, sus ojos eran agudos, no llevaba maquillaje y su piel era del color del trigo debido a la exposición al sol. Sus brazos tenían músculos sólidos y sus manos estaban llenas de callos por blandir la espada. La primera impresión que le vino a la mente a Ainz no fue "mujer" sino "guerrero".
Un collar con una medalla de hierro le colgaba sobre el pecho, balanceándose violentamente mientras se acercaba.
"Mira lo que has hecho!"
"Cuál es el problema?"
"Huh? Ni siquiera sabes lo que hiciste?" La mujer apuntó hacia la mesa destruida.
"Debido a que arrojaste a ese hombre, mi poción, mi preciosa poción se rompió!" "Es solo una poción..."
"...Ni siquiera pude comer para lograr ahorrar el dinero para obtenerla. La acababa de comprar hoy, pero tú la rompiste! Sin importar que tan peligrosa fuera la aventura, esa poción me hubiera mantenido a salvo. Pero has destruido esta esperanza para mí y todavía me muestras ese tipo de actitud? Esto realmente me enfurece."
La mujer dio un paso más cerca a Ainz.
Parada frente a él se encontraba un toro furioso, mirándolo fijamente con los ojos inyectados de sangre.
Ainz contuvo su suspiro. Era su culpa por arrojar al hombre sin pensar en donde aterrizaría, pero Ainz también tenía sus razones, así que no la compensaría tan fácilmente:
"...Qué tal si le cobras a ese hombre? Si no hubiera estirado la pierna, esta tragedia no hubiera sucedido, no es cierto?"
Ainz miró a los compañeros del hombre a través de la abertura en su casco. "Ah, eso es cierto..."
"Pero..."
"No importa, no importa quién, solo compénsame por la poción... el precio fue 1 moneda de oro y 10 de plata."
Los hombres agacharon la cabeza. No parecía que pudieran pagar el dinero. Por tanto la mujer miró a Ainz nuevamente:
"Lo que pensaba. Por supuesto que no tienen dinero, considerando la forma en que bebían. Con una armadura tan ostentosa, tu deberías tener algunas pociones, correcto?"
Ainz entendió por qué la mujer le estaba preguntando esto. Este era un caso en realidad algo difícil.
Luego de pensarlo por un momento, Ainz se resignó y preguntó: "Tengo algunas...pero, esa era una poción de recuperación correcto?"
"Eso es. Trabajé por cada gota--"
"--Si, si, no necesitas decirlo. Te compensaré con una poción y este asunto está arreglado."
Ainz sacó una poción de bajo nivel y se la entregó a la mujer. La mujer miraba la poción con una expresión extraña y la recibió de mala gana.
"...Estamos a mano ahora?" "Si, todo está bien."
La mujer sonaba como si todavía tenía algo más que decir, pero Ainz ignoró la duda en su corazón. Más importante aún, es que estaba preocupado de que Narberal iniciase un gran alboroto.
Incluso con todas las advertencias de Ainz, los ojos de Narberal se veían peligrosos. Algunas personas se sentían inquietas luego de sentir esos ojos asesinos.
"Vámonos."
Ainz le dijo a Narberal con un tono que le daba a entender que se controle y fue hacia el dueño de la taberna. Tomó un monedero de cuero, sacó una moneda de plata y la puso en la áspera mano del dueño.
El dueño silenciosamente puso la moneda de plata en su bolsillo y sacó unas cuantas monedas de cobre.
"Aquí hay 6 monedas de cobre como cambio."
Dejó las monedas de cobre en el guantelete que Ainz llevaba puesto en las manos y una pequeña llave sobre el mostrador:
"El primer cuarto a la derecha, subiendo las escaleras, puedes guardar tu equipaje en el cofre al pié de la cama. No necesito recordarte que no te acerques a los cuartos de los demás descuidadamente. Sería molesto si ocurriera un malentendido, pero esa no sería una mala manera de dejar que otros conozcan sobre ti. Parece que puedes manejar cualquier situación, sólo no me des problemas."
El dueño miraba hacia el hombre quejándose en el suelo.
"Entiendo. Por favor prepare el equipo mínimo necesario para aventureros. Nosotros perdimos nuestras cosas y en el Gremio nos dijeron que usted podría prepararlas para los clientes que preguntaran."
El dueño miró las ropas de Ainz y Narberal y miró el monedero de cuero de Ainz: "Sí, lo tengo. Lo preparé antes de la cena. Prepara tu dinero también."
"Seguro. Nabel, nos vamos."
Ainz subió las viejas escaleras con Narberal y se dirigió a su cuarto.
Luego de que la figura de Ainz hubiera desaparecido en el segundo piso, los compañeros del hombre arrojado por Ainz rápidamente usaron un hechizo de curación en él. Su acción fue como el estallido de un fusible, y la taberna se volvió ruidosa de nuevo.
"...Parece que es tan fuerte como se ve."
"Definitivamente. Ese brazo es demasiado poderoso, que entrenamiento habrá seguido para alcanzar ese nivel?"
"No llevaba ningún otro arma además de las dos espadas en su espalda, debe tener mucha confianza."
"Por qué tenía que pasar esto de nuevo...ahora hay otra persona que nos superará inmediatamente!"
Las conversaciones estaban llenas de suspiros, sorpresa y miedo. Todos sabían que desde el comienzo Ainz no era un aventurero común.
La primera pista estaba en su ostentoso equipamiento. Una armadura de cuerpo completo no era
barata, y solo aquellos aventureros dedicados a su trabajo y con mucha experiencia podían permitirse comprar algo así. Solo aquellos que habían alcanzado el rango de medalla de plata podían acumular tantas riquezas con las recompensas de sus misiones. Pero habían también algunos que las heredaban o las encontraban en algún campo de batalla o mazmorra.
Esa era la razón por la que querían conocer su verdadero poder.
Todos eran compañeros y competidores al mismo tiempo. Todos querían saber las capacidades de los novatos, así que el proceso simplemente seguía repitiéndose.
Todos los presentes habían pasado por el mismo ritual. Pero ninguno había pasado el ritual tan fácilmente. Eso significaba que el dúo que llevaba medallas de cobre...fueran compañeros o competidores, eran definitivamente poderosos, eso era evidente para cualquiera que los hubiera visto.
"Cómo podremos encargarnos de esos dos?" "No podemos coquetear con esa belleza nunca más." "Pero si solo son dos de ellos, podrían unirse a nuestro equipo." "Estas equivocado, deberíamos ser nosotros los que deberíamos preguntarles si podemos unirnos a su equipo." "Me pregunto cómo se verá debajo del casco." "Voy a espiar a través del cuarto contiguo esta noche" "Mencionó a Gazef, el guerrero más fuerte entre las naciones vecinas, hace un momento verdad? Podría ser discípulo del Caballero Capitán?" "Eso es posible. Déjame llevar esta gran responsabilidad con mi buena audición (oídos de ladrón)."
Mientras la multitud discutía animada y ruidosamente sobre el misterioso dúo, el dueño de la taberna se acercó a un aventurero:
Era la mujer a la que Ainz le había dado la poción.
La mujer - Brita movió su mirada de la roja poción hacia el dueño que mostraba una expresión aburrida.
"Que poción es esa?" "Quien sabe"
"...Hey, ni siquiera lo sabes? No aceptaste esa poción como compensación inmediatamente porque sabías el valor que tenía?"
"Eso es imposible, nunca he visto una poción así antes. Acaso no viniste aquí para darle un vistazo también porque nunca has visto algo así antes, viejo?"
Brita había adivinado correctamente.
"Puede esta poción realmente compensarte? El que tu poción se rompiera es un hecho, correcto? Esta podría ser más barata que la que habías comprado."
"Eso puede ser...esto es una apuesta, pero tengo confianza en que saldré ganando. Esto me fue entregado por un tipo en una ostentosa armadura luego de oír el valor de mi poción."
"Ya veo..."
"...Nunca había visto una poción de recuperación con un color tan extraño. Podría ser un ítem
raro. Pero si hubiera dudado allá atrás y pedido que me pague con dinero, hubiera sido lo mismo que dejar la guarida del tigre con las manos vacías. Haré que un tasador le eche un vistazo y sabré cuánto vale."
"Oh, yo pagaré el valor de la tasación. No solo eso, también te recomendaré un buen lugar para ello."
"Viejo?"
Brita frunció el ceño. El dueño de la taberna no era un mal tipo, pero definitivamente no era un hombre caritativo. Debía haber algún truco.
"Hey, no me mires así. Solo quiero que me digas los efectos de tu poción." "Es eso lo que planeabas?"
"Es un excelente trato correcto? Y con mis conexiones, te puedo presentar a la mejor farmacéutica, Lizzie Bareare."
Brita se sorprendió.
Muchos mercenarios y aventureros se reunían en E-Rantel, así que los comerciantes especializados en equipamiento podían obtener mucho dinero comerciando, y las pociones de recuperación eran los ítems más rentables.
Era por ello que E-Rantel tenía más farmacéuticos que otras ciudades.
Pero incluso de cara a tanta competencia, Lizzie Bareare mantenía el título de la mejor farmacéutica. De entre todos los farmacéuticos en la ciudad, ella podía producir los mejores tipos de pociones complicadas. Ya que el dueño había mencionado a Lizzie Bareare, Brita no podía negarse.
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